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elfracaso

Reivindicando

Travestismo y eutanasia en el Misteri d'Elx

Me indigna este estado de cosas.
Año tras año se repite la ignominia dentro de la mismísima Basílica de Santa María y nadie hace nada.
Ni la autoridad civil, ni la militar, ni la eclesiástica ponen coto al desmán.
En el sagrado recinto tenemos que soportar la exhibición del travestismo de ¿inocentes? niños trocados en Vírgenes, en Marías, en varones vestidos de hembras.
El regocijo de los lobbys homosexuales es evidente.
Tengo noticias de que fotos de gran tamaño de las Marías del Misteri presiden algunos lugares donde estos depravados se dan a sus vergonzosos comercios carnales.
Amparándose en lo tradicional del asunto nos siguen metiendo por retambufa la mismísima semilla del diablo.
Sodoma paseándose por el templo de Dios.
También en su tiempo fue tradicional la quema de herejes o cualquier otra persona que molestara a los poderes establecidos ¿porqué no se mantiene esta bonita tradición y sí la desvergüenza amoral del travestismo en el Misteri?.
Sólo hay que mirar a los asistentes a la representación para darse cuenta de que más de la mitad son adictos al pecado nefando de la sodomía y la gomorría.
En Internet se ofrecen viajes guiados y organizados para ver esta vergüenza; vienen de San Francisco, Los Angeles, Detroit, Ottawa, Berlín, Edimburgo... ¡viajes exclusivos para bujarrones, sarasas, bollos y pilinguis!. ¡Elche se convierte en las fiestas de Agosto en el destino turístico preferido de la internacional del mariconeo! ¡Y no pasa nada!. Que el rojerío no mueva un dedo es normal porque son de la misma cuerda pero ¿dónde están las personas de bien? ¿las familias decentes?.
La jerarquía eclesiástica, valientemente, se mueve en la calle contra los derechos de los homosexuales y, sin embargo, deja menearse este vergonzante ejemplo en el centro mismo del Templo de la Fe.
Habrá que empezar a exigir resultados a los dineros que ingresamos en las arcas de la Iglesia y pedir que produzcan su fruto condenatorio a esta intolerable vejación. Porque no sólo esta parodia es un canto al travestismo sino que la aceptación y glorificación de la eutanasia se hace patente durante la representación ¡y nada menos que por medio de la Virgen María y el mismísimo Dios!.¡La Virgen pide a Dios que se la lleve con Él y Él literalmente le concede la muerte!.¡¡¡LA VALIDACIÓN DE LA EUTANASIA POR MEDIO DE LA VIRGEN Y DIOS EN UNA REPRESENTACIÓN PÚBLICA DENTRO DE UN TEMPLO CATÓLICO Y ENCIMA TODO ELLO DECLARADO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO!!!.
¡Qué gol nos ha marcado la conjura amoral internacional!
¿Pero qué leches hace el Papa?.
Dos cosas debemos exigir las personas de bien en Elche para recuperar nuestra dignidad y acabar con la afrenta:
1) La inmediata revisión del Consueta para la supresión de los pasajes referidos a la eutanasia.
2) La prohibición del travestismo infantil y la sustitución de los niños que hacen de Marías por niñas que hagan de Marías como es natural.
Si esto no se lleva a cabo, mejor sería que se trasladara la representación del Misteri a un lupanar de la ruta de la alcachofa o a una Casa del Pueblo cualquiera.
¡Estad alerta, familias verdaderas, porque el Diablo acecha!.
¡No llevéis a vuestros hijos a ver el Misteri, es una trampa del Maligno!.
¡Acabarán vistiéndose de Ginger Rogers unos, de Fred Astaire otras y, después de bailar delante de nuestras narices, se morirán cuando les dé la gana, sin pedir permiso!.
¡Así va España!
¡¡¡NO AL LIBERTINAJE REVESTIDO DE RELIGIOSIDAD!!!.
¡¡¡BOICOT AL MISTERI!!!

Manuel Maciá Agosto 2005
(Manuel Maciá es Presidente de la Liga para la Defensa de la Moral y las Buenas Costumbres en la China Industrial)

De la Felleza y de lo Fello

Podríamos comenzar a hablar de la noción de belleza trayendo a colación algunas definiciones: Platónicas y antiplatónicas (”lo bello es lo que causa placer y agrado”; “lo bello es un atributo inmanente de las cosas”; “lo bello es una realidad absoluta”), E. Burke (“la belleza es un instinto social”), Hutcheson (“la belleza es una realidad perceptible mediante un sentido especial que no exige razonamiento o explicación”), Kant (“lo bello es lo que agrada universalmente y sin necesidad de concepto: finalidad sin fin”), Schopenhauer (“la belleza es el reconocimiento de lo general en lo particular”), V. Cousin (“lo bello es uno de los principios espirituales superiores”)...
Podríamos asimismo considerar distintas categorías o lenguajes desde los que hablar de lo bello: el semántico, el psicológico, el metafísico, el ético y el axiológico. Pero no dejaríamos de estar contestando a la pregunta: ¿Qué es la belleza?. Y yo pienso que la belleza no es. La belleza sucede. Y un suceso no puede ser una cualidad inherente a la cosa y, por tanto, la belleza no puede tampoco estar en la cosa. Es un momento espacio-temporal en el que algo nos conmueve. Por eso no podremos hablar de objetos intrínsecamente bellos, de sensaciones bellas por antonomasia, o sentimientos fundamentalmente bellos. La cualidad espacio-temporal, transitoria, evanescente de lo bello, anula el absolutismo en lo bello. Así que, por extensión, la estética sólo puede ir dando traspiés detrás del suceso de la belleza generando categorías nacidas muertas, más en una constatación de un hecho sucedido que en la implantación de códigos que nos permitan designar lo bello y lo feo..
Por otro lado esta delimitación de lo bello y lo feo, esta dicotomía, esta bipolaridad no es otra cosa que una herencia envenenada del racionalismo, de la modernidad enciclopédica, porque la categoría absoluta, la cualidad bella inherente a la cosa y la dualidad bello-feo se rompen en el suceso: no siempre me conmueve lo mismo, en el mismo lugar, de la misma manera. Noto lo bello en un amanecer y en otro no. Bella puede ser una adolescente reclinada sobre un parterre de flores en primavera y puede ser bella una vieja arrugada agonizando de perfil sobre un catre cutre. Bello el límpido río apenas nacido y bella la irisación que forma en el agua el aceite industrial. Bella la brisa en la cara y bello el huracán arrasando la tierra. Bello el placer, bello el dolor.
Pero bien es cierto que mientras esté utilizando en este escrito el término “bello” estará remitiéndome, estaré evocando su contrario: “feo” y yo me niego a seguir soportando estas dualistas imposiciones decimonónicas; así que propugno la utilización a partir de ahora de un término neutro, diluyente y específicamente dedicado a toda cosa susceptible de catalizar un suceso conmovedor sin entrar en condiciones dualistas. Exhorto al abandono del término “belleza” y sus derivados y aconsejo, a partir de ahora, el uso del término “FELLEZA” y sus derivaciones. O sea que ya podemos decir, para definir (al estilo enciclopedia) una cosa FELLA: “Toda cosa que haya sucedido con o en el momento de la percepción de la FELLEZA, ha sido o es FELLA”. Asimismo para definir la FELLEZA podremos decir que es: “El suceso en el que se nos manifiesta lo FELLO”. Es importante y quiero recalcar la referencia temporal: “ha sido o es” porque no podemos asegurar que la cosa sea FELLA en el futuro; la FELLEZA es una condición desprovista de perennidad, por tanto, no podemos asegurar que lo que es o ha sido FELLO lo siga siendo en el futuro.
Celebremos pues el nacimiento de la FELLEZA.
Saludemos pues el advenimiento del reinado de lo FELLO.
Tú eres FELLO, él es FELLO, somos FELLOS, y me da la sensación que la ciudad de Elche es profunda e incontestablemente FELLA.
Ya véis. Otro hito universal en la historia illicitana: el nacimiento de un concepto nuevo. Os lo regalo. De nada.

Manuel Maciá